Educación en DDHH



La educación sobre los derechos humanos es imprescindible para la promoción y el respeto de los mismos. Sólo un pueblo que conoce y entiende sus derechos, sabrá exigir su respeto y se comprometerá a luchar por ellos.



Por lo que, la Educación en Derechos Humanos (EDH) es un componente esencial del derecho a la educación, y en tal sentido, condición necesaria para el ejercicio de los restantes derechos civiles, políticos, económicos, sociales, culturales. Por ello, diferentes instrumentos internacionales reconocen a la educación en derechos humanos como un derecho y subrayan su importancia.


Se entiende por EDH, el "conjunto de actividades de capacitación y difusión de información orientadas a crear una cultura universal en la esfera de los derechos humanos mediante la transmisión de conocimientos, la enseñanza de técnicas y la formación de actitudes, con la finalidad de fortalecer el respeto de los derechos humanos y las libertades fundamentales; desarrollar plenamente la personalidad humana y el sentido de la dignidad del ser humano; promover la igualdad entre los hombres y mujeres y la amistad entre todas las naciones, los pueblos indígenas y los grupos raciales, nacionales, étnicos, religiosos y lingüísticos; facilitar la participación activa y efectiva de todas las personas en una sociedad libre y democrática en la que impere el Estado de derecho; fomentar y mantener la paz y promover un desarrollo sostenible centrado en las personas y la justicia". 

“Educar en Derechos Humanos debe ser un ejercicio de celebración, sobre la base de lo que nos queda por lograr; se trata de apostarle a la vida y a la dignidad, pero trascendiendo las elaboraciones abstractas y aterrizando las propuestas educativas en el día a día, con visión de largo plazo para trascender lo anecdótico y reconocernos en lo estructural” (Ligia Bolívar, Fundadora de PROVEA)

La necesidad de fomentar la educación  de los derechos humanos se ha destacado en la Declaración Universal de Derechos Humanos y en otros documentos y tratados. En las disposiciones de esos instrumentos se señala que la educación en la esfera de los derechos humanos está encaminada a crear una cultura universal de los derechos humanos mediante la impartición de conocimientos y habilidades y la formación de actitudes. Esa educación debería estar orientada hacia:


1.- El fortalecimiento del respeto de los derechos humanos y las libertades fundamentales;

2.- El desarrollo pleno de la personalidad humana y su sentido de dignidad;

3.- La promoción de la comprensión, la tolerancia, la igualdad entre los géneros y la amistad entre todas las naciones, las poblaciones indígenas y los grupos raciales, nacionales, étnicos, religiosos y lingüísticos;

4.- El fomento de la participación efectiva de todos en una sociedad libre;

5.- El fortalecimiento de las actividades de las Naciones Unidas para el mantenimiento de la paz.


"Sin educación, no podemos ver más allá de nosotros mismos y nuestro estrecho entorno y comprender la realidad de la interdependencia mundial. Sin educación, no podemos comprender cómo las personas de otras razas y religiones comparten nuestros mismos sueños y esperanzas. Sin educación, no podemos reconocer la universalidad de los objetivos y las aspiraciones humanos."

-- Sr. Kofi Annan, Secretario General de las Naciones Unidas


En este orden de ideas, para Amnistía Internacional (AI), la educación en derechos humanos (EDH) es "un proceso mediante el cual se dota a las personas de habilidades y herramientas para que trabajen a favor de los derechos humanos, contribuyendo a crear una cultura global de derechos humanos que suponga una prevención y erradicación de las violaciones de derechos humanos en todo el mundo".


Este proceso educativo consta de 3 fases:



1.- Dar a conocer instrumentos internacionales de derechos humanos: Declaración Universal, Convención de los derechos de la infancia y otras normas internacionales.


2.-Fomentar la reflexión sobre violaciones de derechos humanos y la empatía con las víctimas con el fin de cultivar actitudes que emanan de la Declaración Universal, como el deseo de justicia, la solidaridad, la tolerancia, el respeto, el espíritu crítico...

3.-Promover el pase a la acción, que cada persona se convierta en defensora de sus propios derechos y de los derechos de los demás.






































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